domingo, 23 de junio de 2013

España 3 - Nigeria 0 (3º y última jornada de la fase de grupos de la Copa Confederaciones)

ESPAÑA (3): Víctor Valdés; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets; Xavi, Iniesta; Cesc (Silva, m.54); Pedro (Villa, m.75) y Soldado (Fernando Torres, m.60).
NIGERIA (0): Enyeama; Ambrose, Omeruo (Egwuekwe, m.12), Oboabona, Echiejile; Ogude, Obi Mikel, Sunday Mba (John Igu, m.63); Ideye, Ahmed Musa y Akpala (Muhammad, m.71).
Goles: 1-0, m.3: Jordi Alba. 2-0, m.62: Torres. 3-0, m.89: Jordi Alba.
Árbitro: Joel Aguilar (El Salvador). Unos 44.000 espectadores.


Buenas noticias añadidas a la victoria trae el partido de hoy ante Nigeria: los españoles manejaron a su antojo el ritmo del partido, y demostraron que su poder no sólo nace del centro del campo sino también de su calidad en las áreas, y que saben jugar a la contra si el partido lo requiere. 

Primera parte 
El enemigo y los elementos pueden hacer cambiar radicalmente el modo de juego conveniente para un partido, y el de hoy es un buen ejemplo de ello: tras el breve y excelente arranque que dio a los españoles el 1-0, la joven y fuerte selección nigeriana (con algunas bajas importantes), necesitada de ganar, quiso imprimir al partido un fuerte ritmo que los veteranos españoles sabían insostenible con el terrible calor y la humedad que se sufrían en Fortaleza. España decidió pues bajar el ritmo renunciando a la presión alta y rápida tras pérdida. Se ralentizaron también la actividad por delante del balón y la velocidad de circulación, así que los africanos, con fuerte presión y la defensa bien adelantada, nivelaron la posesión y el juego en el centro del campo. Situados en un 4-5-1 en el que Ogude era el mediocentro, Obi Mikel y Mba (algo más adelantado) los interiores, y Musa el extremo izquierdo a pie cambiado con Brown en la otra banda, con tres por dentro los nigerianos tapaban bien a Iniesta y Xavi.

Del Bosque situó de partida a su equipo como ante Uruguay: un 4-1-2-1-2 que era el Barça con tres infiltrados. Arriba Pedro se tiraba a la derecha y Cesc jugaba libre, lo que provocaba problemas en el repliegue pues –al no monopolizar España el balón como ante Uruguay– Fàbregas no siempre tapaba a tiempo a su lateral asignado en defensa, el derecho nigeriano. Nivelada la posesión, algo largo el equipo por ciertos titubeos en la presión arriba y una defensa algo retrasada, y menos segura de lo habitual en la salida de balón, España ganaba el partido en las áreas: Ramos y un valiente Valdés sostenían una de ellas y los delanteros españoles castigaban en la otra con contras rápidas el adelantamiento de los nigerianos; España parecía pasar apuros pero acumuló un palo, un penalti no pitado y dos mano a mano fallados. 

Segunda parte 
Los nigerianos, asfixiados por sus excesos de la primera parte, no pueden ya presionar, así que España toca y retoca el balón a placer, regula el ritmo del partido a su gusto y machaca a los nigerianos cuando salen. España está mucho mejor físicamente, aunque Busquets había pasado sus apuros a la vuelta del descanso y Fàbregas, indispuesto, es sustituido por Silva, lo que obliga a Pedro (luego sustituido por Villa) a cambiar de banda. Tras el 2-0 el entrenador africano trata de meter algo de físico con Ogu por Mba, sin mucho resultado.

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